martes, 13 de marzo de 2012

El rincón cinéfilo de Pepelu (I) - "El monstruo de tiempos remotos"

Pepelu con Gojira (ゴジラ)
Es conocido que muchos de los interesados por la paleontología desarrollan su interés inicial en la disciplina a través del mundo del cine. Más concretamente dentro del subgénero de ciencia ficción que podía denominarse "cine de bestias prehistóricas".

Dicho subgénero es casi tan antiguo como el propio cine y, pese a estar relativamente ligado a lo que se conoce coloquialmente como películas de "Serie B", algunas llegaron a hacerse con presupuestos bastante elevados.

Un gran aficionado a este subgénero es el paleontólogo José Luis Sanz, catedrático de paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, conocido entre alumnos y colegas como Pepelu. Ha llegado a escribir un libro sobre el tema del mito dinosauriano en la cultura popular (Starring T. Rex!: Dinosaur Mythology and Popular Culture) y su primer contacto con la paleontología fue a través del cine.

En esta sección el Dr. Sanz nos comentará algunas de sus películas preferidas de cine de dinosaurios, comenzando por la que, afirma, le hizo interesarse por la paleontología en primer lugar.


El monstruo de tiempos remotos” (“The Beast of 20.000 fathoms”, 1953).


Cartel de la película
“El monstruo de tiempos remotos” constituye el paradigma del tipo de relato en el cine dinosauriano sobre la confrontación entre la humanidad actual y bestias prehistóricas.

La estructura de esta confrontación suele ser recurrente: el dinosaurio aparece y ataca a los seres humanos; los órdenes social y natural son alterados; los humanos atacan al monstruo, el dinosaurio es destruido y el orden restablecido.
En este caso, el dinosaurio procede de los hielos árticos y el escenario de la confrontación es la ciudad de Nueva York.

Se trata de un gran cuadrúpedo especialmente inventado para esta película, un híbrido desconocido entre un dinosaurio saurópodo (cuadrúpedos herbívoros) y un terópodo (bípedos carnívoros).

En la estructura del mito dinosauriano en la cultura popular, uno de los factores más importantes es la explicación de la sincronía entre seres humanos y los grandes dinosaurios, extinguidos más de 60 millones de años antes de la aparición del hombre.

En “El monstruo de tiempos remotos” la explicación del discurso fantástico apela a la supervivencia de un dinosaurio congelado. Este recurso está probablemente basado en un fenómeno muy conocido: la aparición de mamuts y otros grandes mamíferos cuaternarios en los suelos helados de Siberia y Alaska. El problema, en el mundo real, es que no existen hielos tan antiguos como para congelar un dinosaurio.


Desde aquí quisiéramos agradecer la desinteresada colaboración del Dr. Sanz en esta sección y mandarle un abrazo muy efusivo.

Para informarse más sobre el género cinematográfico:

Sanz, J.L. (2002) Starring T. Rex!: Dinosaur Mythology and Popular Culture Indiana University Press ISBN-10: 0253215501

Webber, R. (2012) The Dinosaur Films of Ray Harryhausen: Features, Early 16mm Experiments and Unrealized Projects Mcfarland & Co Inc Pub ISBN-10: 0786469366


Rick Raptor

viernes, 2 de marzo de 2012

Los pterosaurios de Las Hoyas



Los pterosaurios han sido vinculados tradicionalmente al agua, y aunque en los últimos años se ha desligado a algunos grupos de ecosistemas acuáticos, lo cierto es que suele ser la norma para el grupo, al menos según la evidencia disponible hoy en día. Por ello, resulta curioso que en el ecosistema de las Hoyas, un paleohumedal del Cretácico Inferior (en pleno apogeo evolutivo del grupo, durante el Barremiense) no sean éstos un elemento faunístico importante en el ecosistema, máxime, cuando en otros ecosistemas ecológicamente similares y de épocas cercanas como los del Laggerstätten de Liaoning en China sí son bastante representativos.

Ésto sugiere que los pterosaurios eran componentes tan sólo ocasionales (quizás estacionales) del humedal, y nos puede llevar a hipotetizar acerca de posibles hábitos migratorios en pterosaurios. Especulando más allá en esta línea, tal vez utilizasen el humedal como punto de descanso en sus viajes como hoy en día hacen muchas aves migratorias.



Los restos fósiles de pterosaurios encontrados en Las Hoyas son muy fragmentarios y, como ya hemos dicho, muy escasos. Aún así la diversidad de grupos representados por éstos es bastante alta teniendo hasta la fecha tres grupos diferentes registrados, todos pterodactiloideos (Pterodactyloidea).


El primero de ellos es el de los istiodactílidos (Istiodactylidae) una pequeña familia de pterosaurios cuyos restos se han encontrado desde el Cretácico Inferior (Aptiense) hasta el Cretácico Superior (Campaniense inferior).


Haopterus, por Kahless28
El grupo engloba formas como el género tipo Istiodactylus, al cual se le ha relacionado últimamente con hábitos carroñeros en base a la morfología de sus dientes ( más eficaces en cortar carne que en atrapar o herir presas ) y a la de su mandíbula, alargada y ensanchada (Witton 2011). Los restos atribuidos a este grupo en Las Hoyas se reducen a dos pequeños dientes (en torno a medio centímetro) de morfología similar a los del género chino Haopterus, del famoso Laggerstätten de Liaoning del Cretácico Inferior, el cuál no exhibe ninguna de las adaptaciones de los grupos derivados y representa una posición bastante basal en el grupo.


Anhanguera, por John Conway
El segundo material asociado a pterosaurios en Las Hoyas es un segundo morfotipo de dientes, esta vez de mayor tamaño (en torno a 3-4 cm) y con una morfología similar a la de los de la familia Ornithocheiridae.

Los ornitoqueíridos son un grupo de pterodactiloideos asociados a ecosistemas acuáticos y con grandes dientes del Cretácico Inferior. Son un grupo de pterosaurios bien conocido por, entre otros, excelentes especímenes del género Anhanguera provenientes de las formaciones Crato y Santana en Brasil, los cuáles, además, han servido para realizar avances sustanciales en la fisiología y biomecánica de estos animales al conservar trazas importantes de tejido blando (Claessens et. al 2009) (Martill & Unwin 1989).


(Vullo et. al 2009)
El último de los restos fósiles de Las Hoyas es el más sorprendente y el material, correspondiente a restos craneales y una mandíbula inferior, se encuentra aún en fase publicación. Por el momento podemos decir que se trata de un tapejárido (Tapejaridae) un grupo de pterodactiloideos edentados cercanos al grupo corona de Pterosauria; además de ser ecológicamente muy diferente del resto de taxones de pterosaurios del yacimiento, representa un género y especie nuevos para la ciencia lo que no sólo es una gran aportación por sí misma sino que además modifica la paleobiogeografía del grupo.




Esperemos que en años venideros encontremos más restos de estos magníficos animales y que nuestra comprensión tanto de su diversidad como de su papel ecológico en el humedal de Las Hoyas aumente exponencialmente.


Refs.-


  • Claessens, L. P. A. m., O’Connor, P.M.& Unwin, D. M. 2009. Respiratory evolution facilitated the origin of pterosaur flight and aerial gigantism. PLoS ONE 4 (“): e4497. doi:10.1371/journal.pone.0004497.
  • Martill, D. M. & Unwin, D. M. 1989. Exceptionally well preserved pterosaur wing membrane from the Cretaceous of Brazil. Nature 340,138-140.
  • ROMAIN VULLO, ANGELA D. BUSCALLIONI, JESÚS MARUGÁN LOBÓN & JOSÉ J.MORATALLA (2009)- First pterosaur remains from the Early Cretaceous Lagerstatte of Las Hoyas, Spain: palaeoecological significance. Université de Rennes I, UMR CNRS 6118, Campus de Beaulieu, 263 avenuedu général Leclerc, 35042 Rennes, France. Unidad de Paleontología, Departamento de Biología, Calle Darwin, Universidad Autonoma de Madrid, Cantoblanco, 28049 Madrid, Spain. Instituto Geologico y Minero de España (Museo Geominero), Calle Ríos Rosas 23, 28003 Madrid, Spain.
  • Witton, M.P. 2011: Food, sex and over- xcess: pterosaur palaeoecologyin a nutshell. Pterosaur.net.