jueves, 30 de agosto de 2012

Más paleoactualidad

Tras un descanso vacacional, volvemos con algunas noticias recientes relacionadas con el mundo de la paleontología:

Se han publicado estos días dos nuevos géneros de dinosaurios: Eoabelisaurus y Martharaptor. El primero de ellos, Eoabelisaurus mefi, es un abelisáurido del Jurásico de Argentina, el más antiguo conocido. Con una longitud de unos 6 metros y medio, este ejemplar está casi completo, a excepción de huesos de la cola, cuello y cráneo; a diferencia de otros abelisáuridos más modernos, sus brazos todavía son relativamente largos. Por otro lado, Martharaptor greenriverensis, cuya publicación salió a la luz ayer mismo, cuenta con unos restos más escasos: una escápula, fragmentos de vértebras, algunos huesos de los miembros anteriores y posteriores y ungueales de la mano. Martharaptor se ha encontrado en la Formación Green River, del Cretácico de Utah (Estados Unidos), y ha sido clasificado como un terizinosáurido basal.

Sin embargo, el descubrimiento dinosauriano más impresionante de estos días proviene de China. También ayer mismo salió publicado en PLoS ONE un interesante artículo en el que se describían dos ejemplares de Sinocalliopteryx gigas, del Cretácico inferior de Liaoning (China), con contenido estomacal. En el interior de estos dos grandes compsognátidos se encontraron restos atribuidos al dromeosaurio Sinornithosaurus y al ave Confuciusornis, proporcionando una evidencia directa de depredación entre dinosaurios.

Recreación de Sinocalliopteryx gigas alimentándose del dromeosaurio Sinornithosaurus y del ave Confuciusornis, por Cheung Chungtat (http://cheungchungtat.deviantart.com).

Sin embargo, como en este blog hablamos de paleontología en general y no solo de dinosaurios vive el hombre, vamos con otras noticias. Un artículo publicado en Nature a principios de este mes describe nuevos fósiles de homínidos de algo menos de 2 millones de años, procedentes del Lago Turkana (Kenia). El estudio, llevado a cabo por la antropóloga Meave Leaky y su equipo, afirma que en aquella época convivieron dos especies del género Homo con Homo erectus. Si estas dos especies corresponden a Homo habilis y Homo rudolfensis es algo en lo que, prudentemente, el equipo de Leaky no entra.

También es reseñable el descubrimiento de los restos de artrópodos conservados en ámbar más antiguos hasta la fecha, con una antigüedad de 230 millones de años. El ámbar que los contiene procede de los Alpes italianos, y guarda en su interior tres especímenes: una mosca y dos ácaros. 

Por último, y volviendo a los terópodos, resulta muy interesante el descubrimiento de dos huevos fosilizados de ratites en Lanzarote. Con una edad aproximada de 5-6 millones de años, estos restos plantean la incógnita de cómo este grupo de aves no voladoras pudo haber colonizado esta isla de origen volcánico.

Los dos huevos fosilizados encontrados en Lanzarote (izquierda), y los dos ácaros conservados en ámbar del Triásico italiano (derecha).

Referencias:

- Leaky, M.G.;  Spoor, F.; Dean, M.C.; Feibel, C.S.; Antón, S.C.; Kiarie, C. & Leaky, L.N. (2012). "New fossils from Koobi Fora in northern Kenya confirm taxonomic diversity in early Homo." Nature, 488: 201-204.

- Pol, D. & Rauhut, O.W.M. (2012). "A Middle Jurassic abelisaurid form Patagonia and the early diversification of theropod dinosaurs." Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciencies, 279: 3170-3175.

-Schmidt,  A.R.; Jancke, S.; Lindquist, E.E.; Ragazzi, E.; Roghi, G.; Nascimbene, P.C.; Schmidt, K.; Wappler, T. & Grimaldi, D.A. (2012). "Arthropods in amber from the Triassic Period." Proceedings of the National Academy of Sciencies of the United States of America.

-Senter, P.; Kirkland, J.I. & DeBlieux, D.D. (2012). "Martharaptor greenriverensis, a New Theropod Dinosaur from the Lower Cretaceous of Utah." PLoS ONE 7(8): e43911

- Xing, L.; Bell, P.R.; Persons, W,S IV; Ji, S.; Miyashita, T. et al. (2012). "Abdominal Contents from Two Large Early Cretaceous Compsognathids (Dinosauria: Theropoda) Demonstrate Feeding on Confuciusornithids and Dromaeosaurids." PLoS ONE 7(8): e44012

Carlosdino

martes, 7 de agosto de 2012

Un par de paleobreves

De forma breve, repasamos un par de paleonoticias de actualidad:

Hace un par de semanas, se publicó un estudio en Nature sobre Coniophis precedens, una antigua serpiente de 70 millones de años de antigüedad. Aunque el fósil fue encontrado hace un siglo en Wyoming, ha sido recientemente cuando los científicos han retomado el estudio de estos restos. Coniophis era una serpiente transicional, con un cuerpo típico de serpiente y un cráneo similar al de los lagartos. Además, era terrestre, por lo que reabre el debate "origen en tierra-origen en mar", y decanta la balanza hacia un origen en tierra firme de los ofidios. ¡Sabemos de algún paleoherpetólogo al que puede interesarle!

Monstruo de Gila (arriba), Coniophis precedens (centro) y una serpiente de la familia Aniliidae (abajo). Imagen por Nicholas Longrich.


Por otro lado, la lista de dinosaurios españoles engrosa sus filas. La semana pasada se presentó a Gideonmantellia amonsanjuanae, un ornitópodo de 130 millones de años. Este dinosaurio se encontró en 1982 en Galve (Teruel), y fue asignado primero a Valdosaurus y posteriormente a Hypsilophodon; posteriormente se concluyó que pertenecía a un animal distinto, y ahora, en 2012, se le otorgan género y especie propios. "Hipsi", como se conoce a este ejemplar, era un veloz corredor, herbívoro y un animal joven, que murió por causas desconocidas.

Reconstrucción del esqueleto de Gideonmantellia, con los huesos encontrados en rojo, por J. Ruiz (arriba); recreación del animal en vida, por Teratophoneus (http://teratophoneus.deviantart.com), abajo.

Referencias:

Longrich, N.R.; Bhullar, B.S.; Gauthier, J.A. (2012). "A transitional snake from the Late Cretaceous period of North America". Nature.

Ruiz-Omeñaca, J.I.; Canudo, J.I.; Cuenca-Bescós, G.; Cruzado-Caballero, P.; Gasca, J.M.; Moreno-Azanza, M. (2012). "A new basal ornithopod dinosaur from the Barremian of Galve, Spain". Comptes Rendus Palevol.


Carlosdino

domingo, 5 de agosto de 2012

Entrevista a... Hugo Martín Abad


Hugo Martín en el yacimiento
Hoy tenemos con nosotros a Hugo Martín para responder a nuestra entrevista. Hugo es estudiante de doctorado e investiga, junto a su director Francisco Poyato, los peces Amiiformes del yacimiento de Las Hoyas desde un punto de vista multidisciplinar, especialmente taxonómico, tafonómico y ecológico.




Hugo lleva más de 6 años colaborando activamente con la Unidad de Paleontología, realizando su Proyecto Fin de Carrera y Diploma de Estudios Avanzados con Francisco Poyato y Oscar Cambra.






1) Cuando escuchas la palabra "Paleontología", ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza?
Al principio, supongo que como a la mayor parte del mundo, me venían a la cabeza un montón de plantas y, sobre todo, animales que ya no existen en La Tierra, muchos de ellos muy raros, y que habitaban en un ambiente exótico. Ahora, que ya ando un poco más metido en esto, me vienen muchas cosas a la cabeza: animales y plantas, sí, pero también placas desplazándose y creando nuevos sistemas; árboles (filogenéticos), relaciones entre organismos; tiempo y genes. Y últimamente, sobre todo, tejidos y células, minerales y moléculas; y mucha química.

2) ¿Qué te atrapó de la paleontología?
La verdad es que nunca fui un amante de los dinosaurios, ni nada por el estilo (aunque, por supuesto, me encantaban las novelas del tipo “El Mundo Perdido”). Pero siempre me han interesado las cosas del futuro (¿cómo será el mundo dentro de miles o millones de años?) y, sobre todo, del pasado (¿cómo ha llegado el mundo, o incluso el universo, a ser lo que es?). Y con estas inquietudes empecé la carrera de Biología, donde conocí a personas como Ángela Delgado y Óscar Cambra que eran capaces de combinar en su mente un montón de disciplinas científicas diferentes para tratar de dar respuesta a estas preguntas, y que me empujaron en este camino. Supongo que lo que más me gusta de la paleo es precisamente eso, que se nutre de casi cualquier disciplina que se nos ocurra, ya sea a nivel científico o cultural. Y que no se rige por leyes fijas, sino que tiene sitio para la “imaginación”, y un gran terreno aún por explorar.

3) ¿Cuál/es crees que ha sido el momento más intenso de tu carrera? 
Supongo que el momento más intenso fue, hace ya millones de años, cuando asistí a las excavaciones de Las Hoyas por primera vez. Fue entonces cuando me choqué de lleno con lo que la Paleontología es en realidad, y cuando decidí que quería dedicarme a esto. Ya más adelante, cada vez que he viajado a alguna institución extranjera para embarcarme en un proyecto nuevo; se aprenden muchas cosas de golpe (no sólo sobre ciencia), y esto hace que también sean momentos muy intensos.



4) ¿Cuál/es es/son tu/s proyecto/s a corto plazo en la paleontología? ¿Y más a largo plazo?
Ésta es fácil. A corto plazo: acabar la tesis. Y, dado el carácter multidisciplinar de la tesis que he planteado, esto implica adentrarme en diversos ámbitos en los que aún me queda mucho por aprender. En concreto, estoy especialmente ilusionado con la línea de investigación que estamos desarrollando en actuotafonomía (en resumen, comprender los procesos de fosilización); creo que es muy innovadora y que tiene mucha proyección de futuro. Más a largo plazo, y aparte de continuar con los proyectos en los que ya estoy metido y, por supuesto, en otros nuevos, me gustaría dedicarme a la docencia de la Paleontología.
Amiopsis sp., uno de los "peces" que estudia H. Martín

5) ¿Alguna campaña en Las Hoyas que recuerdes con especial cariño? ¿Por qué?
Todas las campañas de excavaciones en Las Hoyas son especiales por algo. Todos los años se aprenden cosas nuevas, y se conoce a gente muy interesante. Pero si tuviese que quedarme con una, probablemente sería la de aquél año en que hicimos una precampaña antes de que comenzaran las excavaciones para abrir nuevas catas y dejar preparado el yacimiento. Sólo pudimos ir unos pocos, pero todos habíamos ido ya a Las Hoyas varias veces, así que todo el mundo sabía qué tenía que hacer y, a pesar de que había muchísimo que hacer, todo estuvo listo para el comienzo de la campaña. Trabajamos mucho, sí, pero también nos lo pasamos muy bien.

6) ¿Cuál es la anécdota que más recuerdas del yacimiento de Las Hoyas?
Todos los años ocurre alguna anécdota para el recuerdo, pero ahora me viene una a la cabeza que seguro que alguien ya ha contado. Fue hace pocos años, al final de una campaña en la que Álvaro había encontrado una extremidad de un ave, la primera que aparecía en mucho tiempo. Como sólo quedaban un par de días de excavación, Ángela había puesto a un montón de gente a ver si encontraban el resto del ejemplar. La tensión estos días era palpable, podía tratarse de un gran descubrimiento. De repente, Ioannis, que estaba justo en la zona por donde se había encontrado la extremidad, gritó “¡Ave, César!”. Todos pensamos que alguien había encontrado el resto del ave, y Ángela salió corriendo de la “oficina”, gritando “¡Ay, ay, que lo han encontrado!”. Pero no, sólo era Ioannis saludando, o haciendo una de las suyas. Recuerdo que a Ángela al principio no le hizo ninguna gracia, pero después no hacía más que reírse. La verdad es que fue muy divertido, aunque lo cierto es que eso es el día a día en Las Hoyas.

Los peces se cuidan mucho en el yacimiento.

7) En general, ¿cómo ves la situación de la investigación en España en un futuro de corto a medio plazo? ¿Y de la paleontología en particular?
Bueno, nos ponemos serios. ¿Qué te voy a decir? Desde hace unos meses no dejamos de ver en el periódico recortes y más recortes, muchos de ellos drásticos y que afectan muy específicamente al ámbito de la investigación en España. En concreto, por hablar del colectivo en el que me incluyo, el del Personal Investigador en Formación, cada año nos ponen más dificultades para conseguir becas o algún tipo de financiación, sin entrar al tema del trabajo en general para los jóvenes, y no porque el área se haga más competitiva, sino porque lo primero que se recorta es en esto. Y no sólo eso, sino que se nos quita lo que ya se nos había concedido. De corto a medio plazo, está claro que esto no va a mejorar. Pero el problema más importante es que, como esto siga así, como se siga truncando la investigación, el desarrollo, y la investigación, nunca vamos a conseguir salir de la situación de crisis en la que nos encontramos; y esto resulta bastante paradójico. La Paleontología, además, tiene el hándicap de que suele ser considerada una ciencia sin aplicación directa en la sociedad; es decir, no produce remedios ni soluciones directas para la salud o la economía, por ejemplo. De manera que se trata de una de las áreas en la que menos inversión se está dispuesto a hacer. Y esto es una pena, especialmente en un país como España, con una riqueza paleontológica tan importante y reconocida, y con unos grupos de investigación tan bien preparados e innovadores como los que tiene. Esperemos que las cosas cambien, y que las personas pertinentes se den cuenta de que la mejor manera de avanzar es, precisamente, invertir en investigación, desarrollo, e innovación. Sobre todo, que no pierdan la ilusión a causa de la situación que estamos viviendo actualmente y acabamos de comentar.

8) ¿Algún consejo para los estudiantes universitarios que tengan interés por dedicarse a la investigación en Paleontología?
Sobre todo, que no pierdan la ilusión a causa de la situación que estamos viviendo actualmente y que acabamos de comentar. Se trata de un campo muy bonito, muy enriquecedor y agradecido, y que aún tiene mucha capacidad de desarrollo. Sé que parece bastante arriesgado, a falta de una palabra mejor, y que requiere mucho trabajo dedicarse a esto, pero por suerte hay un montón de profesionales en España que, no me cabe duda, están más que dispuestos a apoyar las ilusiones de muchos futuros paleontólogos.  

Muchas gracias por tu tiempo Hugo, y mucha suerte con esa tesis doctoral!