martes, 12 de marzo de 2013

Nuestro buen amigo el mantelisaurio


Quizás os acordéis de esta patita, que ya pudo verse el año pasado en la exposición de los 25 años de Las Hoyas. Pues bien, acaba de salir publicado un artículo en la revista Geological Magazine en el que se sugiere que el dueño de esta extremidad trasera tan bien articulada habría sido un juvenil o subadulto de Mantellisaurus atherfieldensis, un iguanodontiano cuyos restos fueron descubiertos por primera vez en 1925.  Originalmente, se clasificaron como Iguanodon atherfieldensis, pero en 2007 Greg Paul dio a este ornitópodo un género propio. Mantellisaurus era más pequeño y ligero que Iguanodon bernissartensis, y sus miembros anteriores eran proporcionalmente más cortos, por lo que se ha sugerido que podría ser bípedo.

Reconstrucciones de Mantellisaurus atherfieldensis (izquierda, por Stephen O'Connor) e Iguanodon bernissartensis (derecha, por un servidor).

Aunque ya se sospechaba que restos encontrados en otras zonas de la Península Ibérica (como Morella) podían pertenecer a Mantellisaurus, estos son los primeros asignados aquí a dicho animal (los restos previos se habían encontrado en Gran Bretaña y Bélgica). Además, la gran preservación del fósil permite apreciar las impresiones plantares y proporciona nueva información sobre la anatomía del pie de estos animales, y también se sugiere que podría ser una presa potencial de otro de nuestros emblemáticos dinosaurios, Concavenator

La extremidad bajo luz ultravioleta, y dibujo de la misma.

¡Bienvenido, Mantellisaurus!

Referencia:

Mercedes Llandres Serrano, Romain Vullo, Jesús Marugan-Lobón, Francisco Ortega and Ángela D. Buscalioni (2013) An articulated hindlimb of a basal iguanodont (Dinosauria, Ornithopoda) from the Early Cretaceous Las Hoyas Lagerstätte (Spain). Geological Magazine

domingo, 10 de marzo de 2013

Paleobreves: en la variedad está el gusto (II)

Lo prometido es deuda, y aquí va la segunda parte del último paleobreves:

Comenzamos con plantas: en unos fósiles de Aglaophyton major (Rhyniophyta), del Devónico escocés, se han encontrado preservados arquegonios y anteridios, este último repleto de gametos masculinos listos para propagarse (lo que dio lugar a muchos titulares del tipo "la eyaculación más antigua del mundo"...). Leed más en el blog de Tierra de Dinosaurios. Por otro lado, uno de los principales grupos de plantas en nuestro yacimiento de Las Hoyas son las carófitas, y se han utilizado en un nuevo estudio para datar el yacimiento, que pasa a ser ligeramente más moderno de lo que se pensaba, concretamente el límite Barremiense-Aptiense.

Fósil de Aglaophyton major.

Y ya que hablamos de Cuenca, pasemos al yacimiento hermano de Lo Hueco, que en las últimas semanas también nos ha dejado un par de estudios interesantes. El primero, el de un pitonomorfo terrestre (el segundo, después de Kaganaias), que parece reafirmar la hipótesis de que el ancestro de los mosasaurios podría haber sido terrestre, para ir poco a poco adquiriendo un modo de vida acuático. El segundo, sobre un titanosaurio de unos 15 metros de longitud, clasificado como Ampelosaurus sp. (a falta de más restos que permitan identificarlo a nivel de especie). Lo curioso de este animal es que los restos han permitido reconstruir el cerebro y el oído interno en 3D, y parecen indicar que este animal sería un animal que no podría moverse rápidamente, ni con un buen sentido del equilibrio (resulta irónico que en un saurópodo más basal como Spinophorosaurus, en el que también se llevó a cabo este estudio, dicho sentido del equilibrio fuera mucho más desarrollado). Al pobre ampelosaurio se le tildó de tonto y torpe, y aquí y aquí, algunos de nosotros hicimos un poco de sangre con ello.

Molde 3D del cerebro del Ampelosaurus de Lo Hueco, y reconstrucción del animal por Óscar Sanisidro.

Eosinopteryx brevipenna es un troodóntido basal del Jurásico de Liaoning (China). Con unos 30 centímetros de longitud e impresiones de plumas, este animal presenta una cola y morro más cortos que otros dinosaurios del mismo grupo, y también su plumaje parece más reducido, lo que, según los autores, añade más complejidad a la aparición del vuelo.  Por otro lado, el estudio del hueso medular (presente solo en hembras reproductivamente activas) en ejemplares de Confuciusornis confirma la hipótesis de que este ave presentaba dimorfismo sexual, pues ha permitido clasificar a los individuos en machos (largas plumas en la cola) y hembras (sin plumas largas en la cola). En este estudio ha participado Jesús Marugán, uno de los investigadores que participan en el yacimiento de Las Hoyas.

Fósiles de Eosinopteryx y de Confuciusornis (pueden apreciarse los dos morfotipos, machos y hembras). Ilustración de Stephanie Abramowicz.

Siguiendo con arcosaurios voladores, es el turno de los pterosaurios: Eurazdharcho langerdonfensis, un azdárquido del Cretácico superior de Rumanía, ha sido publicado recientemente. En el estudio se reseña que se han encontrado bastantes restos de este animal, y que para pertenecer a este grupo era un animal relativamente pequeño, con solo 3 metros de envergadura. También se ha llevado a cabo una revisión de Prejanopterus curvirostris, el pterosaurio encontrado en la Rioja. En dicha revisión se le clasifica como un pterodactílido ctenocasmatoide, y se muestra que la característica curvatura del pico es debida a una deformación del fósil (pese a que presenta otros rasgos craneales característicos que justifican igualmente el taxón).

Restos de Prejanopterus curvirostris.

Y terminamos con cocodrilos: Culebrasuchus mesoamericanus, Tyrannoneustes lythodrectikos y Allodaposuchus subjuniperus. El primero es un género y especie nuevos de aligator encontrado en Panamá, del Mioceno temprano, y proporciona nuevos datos sobre la dispersión de estos animales hacia el norte cuando se formó el istmo de Panamá, hace 2,6 millones de años. Por su parte, Tyrannoneustes es una nueva especie de metriorrínquido de 165 millones de años (el más antiguo conocido), encontrado en Reino Unido y descrito por científicos ingleses.; y A. subjuniperus es una nueva especie del género Allodaposuchus cuyos restos se encontraron en depósitos del Cretácico superior de Huesca debajo de una sabina (como indica su nombre subjuniperus). Y también se publicaron recientemente dos artículos sobre marcas de depredación de cocodrilos sobre bivalvos (restos encontrados en la Rioja) y ornitópodos juveniles (Utah).

Reconstrucciones del aligator Culebrasuchus (por Danielle Byerley) y del metriorrínquido Tyrannoneustes (por Dmitry Bogdanov), y cráneo de Allodaposuchus subjuniperus.

Referencias:

Alba Vicente and Carles Martín-Closas (2013) Lower Cretaceous charophytes from the Serrania de Cuenca, Iberian chain: Taxonomy, biostratigraphy and palaeoecology. Cretaceous Research, 40: 227-242.

Bermúdez-Rochas, D.D., Delvene, G. & Ruiz-Omeñaca, J.I. (2013) Evidence of predation in Early Cretaceous unionoid bivalves from freshwater sediments in the Cameros Basin, Spain. Lethaia, 46(1): 57-70.

Boyd C.A., Drumheller S.K. & Gates T.A. (2013) Crocodyliform Feeding Traces on Juvenile Ornithischian Dinosaurs from the Upper Cretaceous (Campanian) Kaiparowits Formation, Utah. PLoS ONE 8(2): e57605. 

Chinsamy, A.; Chiappe, L. M.; Marugán-Lobón, J. S.; Chunling, G.; Fengjiao, Z. (2013). "Gender identification of the Mesozoic bird Confuciusornis sanctus". Nature Communications 4: 1381.

Hastings, Alexander K, Jonathan I Bloch, Carlos Jaramillo, Aldo F Rincon, and Bruce J. MacFadden. Systematics and biogeography of crocodylians from the Miocene of Panama. Journal of Vertebrate Paleontology, 33(2):1-125.

Houssaye, A.; Bardet, N.; Narváez, I.; Ortega, F (2013) Squamate finding in “Lo Hueco” (Late Campanian-Early Maastrichtian, Cuenca Province, Spain): the second non-marine pythonomorph lizard. Paläontologische Zeitschrift.

Knoll F, Ridgely RC, Ortega F, Sanz JL, Witmer LM (2013) Neurocranial Osteology and Neuroanatomy of a Late Cretaceous Titanosaurian Sauropod from Spain (Ampelosaurus sp.). PLoS ONE 8(1): e54991.

Pascal Godefroit, Helena Demuynck, Gareth Dyke, Dongyu Hu, François Escuillié and Philippe Claeys (2013). «Reduced plumage and flight ability of a new Jurassic paravian theropod from China». Nature Communications 4:  pp. Article number 1394

Puértolas-Pascual, E.; Canudo, J.I. & Moreno-Azanza, M. (2013) The eusuchian crocodylomorph Allodaposuchus subjuniperus sp. nov., a new species from the latest Cretaceous (upper Maastrichtian) of Spain. Historical Biology: An International Journal of Paleobiology

Vremir M, Kellner AWA, Naish D, Dyke GJ (2013) A New Azhdarchid Pterosaur from the Late Cretaceous of the Transylvanian Basin, Romania: Implications for Azhdarchid Diversity and Distribution. PLoS ONE 8(1): e54268

Xabier Pereda-Suberbiola, Fabien Knoll, José Ignacio Ruiz-Omeñaca, Julio Company and Fidel Torcida Fernández-Baldor (2012). «Reassessment of Prejanopterus curvirostris, a Basal Pterodactyloid Pterosaur from the Early Cretaceous of Spain». Acta Geologica Sinica 86 (6):  pp. 1389–1401.

Young, M. T.; De Andrade, M. B.; Brusatte, S. L.; Sakamoto, M.; Liston, J. (2013). «The oldest known metriorhynchid super-predator: A new genus and species from the Middle Jurassic of England, with implications for serration and mandibular evolution in predacious clades». Journal of Systematic Palaeontology:  pp. 1.

jueves, 7 de marzo de 2013

Paleobreves: en la variedad está el gusto (I)

Y es que, como en esta ocasión hemos dejado pasar un par de meses, se nos ha acumulado muchísimo el trabajo, y tenemos noticias prácticamente sobre todo. De todo, para todos (dividido en dos partes, eso sí, para que sea más facilito de digerir). Vamos allá:

Empezando con mamíferos, hablamos de los restos de un camello de gran tamaño encontrados en la isla de  Ellesmere (Nunavut, Canadá), del Plioceno medio. Este gran camello boreal proporciona evidencias de camellos viviendo en zonas árticas, y se sugiere que algunas de las adaptaciones típicas de estos animales podrían haber surgido en zonas polares. Pasamos a continuación a hablar sobre los barburofélidos (también conocidos como "falsos dientes de sable"), puesto que nuevos estudios de unos restos encontrados en el Vallès-Penedés los clasifican como perteneciente al género Albanosmilus. Presentamos además a Pelagiarctos thomasi, un animal perteneciente a un grupo denominado como "morsas aberrantes" (Odobenidae). Los nuevos estudios llevados a cabo sobre este animal parecen indicar que este carnívoro que habitaba en las costas de California hace 15 millones de años no sería el potente depredador de robustas mandíbulas que se creía, sino más bien un comedor de pescado, más similar a los leones marinos actuales. Y en la misma revista (PLOSONE) también se publicaron, a la vez, los restos craneales de un sirenio (como los dugongos y manatíes) encontrado en Túnez, de unos 48 millones de años. Estos restos (pertenecientes a un animal pequeño en comparación con otros de la misma familia) parecen indicar que este grupo se originó en África, y no en el mar, sino en lagos y ríos.

Pelagiarctos y el nuevo camello ártico (por Robert Boessenecker y Julius Csotonyi)

Y sin salir del agua, ahora hablamos de peces. En primer lugar, de tiburones: Planhybodus marki, una nueva especie de hybodontiforme del Cretácico brasileño, recién publicado; y del famoso Helicoprion, del cual se han estudiado nuevos restos y se han utilizado nuevos modelos para conocer mejor su singular estructura bucal y cómo iría anclada a la mandíbula. También se han llevado a cabo análisis sobre la mordida de Megapiranha paranensis, de 10 millones de años, y se ha estimado una fuerza de 1240-4750 newtons (y ahora comparadlo con los 320 de una piraña actual, que equivalen 30 veces a su peso corporal!). Finiquitamos los peces hablando sobre Edenopteron keitchcrooki, un enorme (3 metros) sarcopterigio del Devónico australiano que además convierte en inconsistente la hipótesis de que el grupo al que pertenece (los tristicoptéridos) evolucionó en Laurasia para expandirse posteriormente a Gondwana.

Helicoprion, por Julio Lacerda.

Todavía podemos permanecer un poco más en el ambiente acuático, pero ahora para tratar sobre invertebrados. En una cantera abandonada de Koskobilo (Navarra), se han encontrado restos pertenecientes a 36 especies de crustáceos decápodos, entre los cuales hay 8 especies nuevas. Todos estos restos están asociados aun antiguo arrecife coralino de 100 millones de años, y entre las nuevas especies se encuentra el registro de cangrejos araña más antiguo del mundo (Cretamaja granulata y Koskobilius postangustus). Puede arrojar luz sobre la historia evolutiva de los artrópodos el animal Fuxianhuia xiaoshibaensis, un nuevo integrante de las extrañísimas faunas cámbricas de China. Este organismo, que presentaba decenas de patas (pudo haber sido un de los primeros en desarrollarlas, afirman los autores), presentaba un sistema nervioso complejo que ya se extendía más allá de la cabeza. Y también de China y de la misma edad (520 millones de años), e igual de misterioso, es el organismo Cotyledion tylodes, descubierto a finales de los 90 y que ahora, tras nuevos estudios, parece clasificarse como un pariente de los lofocotrozoos.

Fósil, detalle y reconstrucción de Fuxianhuia, de Quade Paul.

Terminamos con más invertebrados, pero ahora terrestres. Concretamente, con 3 nuevas especies de arañas mesozoicas recién publicadas: Spinomegops aragonensis (100 millones de años, Teruel), Soplaogonomegops unzuei (110 millones de años, Cantabria) y Fruilarachne rigoi (215 millones de años, Italia), por un lado; y por otro, con las Strashilidae, un grupo de insectos que se creía que eran parásitos de  aves y otros dinosaurios y pterosaurios, pero que según un artículo recientemente publicado serían dípteros de vida libre (las pinzas bucales que se creía que servían para agarrarse al huésped podrían utilizarse para la cópula, puesto que hay una ausencia casi total de boca).

Las arañas Spinomegops y Soplaogonomegops.

Acabaremos este extensísimo Paleobreves en la siguiente entrega (dentro de unos pocos días). Pterosaurios, dinosaurios, cocodrilos y plantas os esperan!

Referencias:

Adiël A. Klompmaker (2013). Extreme diversity of decapod crustaceans from the mid-Cretaceous (late Albian) of Spain: Implications for Cretaceous decapod paleoecology. Cretaceous Research, Volume 41, 150-185

Benoit J, Adnet S, El Mabrouk E, Khayati H, Ben Haj Ali M, et al. (2013) Cranial Remain from Tunisia Provides New Clues for the Origin and Evolution of Sirenia (Mammalia, Afrotheria) in Africa. PLoS ONE 8(1): e54307.

Boessenecker RW, Churchill M (2013). A Reevaluation of the Morphology, Paleoecology, and Phylogenetic Relationships of the Enigmatic Walrus Pelagiarctos. PLoS ONE 8(1): e54311.

Diying Huang, Andre´ Nel, Chenyang Cai, Qibin Lin& Michael S. Engel (2013). "Amphibious flies and paedomorphism in the Jurassic period". Nature.

Fabio M. Dalla Vecchia and Paul A. Selden (2013).  A Triassic spider from Italy. Acta Palaeontologica Polonica 

Felipe L. Pinheiro, Ana Emilia Q. de Figueiredo, Paula C. Dentzien-Dias, Daniel C. Fortier, Cesar L. Schultz, Maria Somália S. Viana (2013). Planohybodus marki sp. nov., a new fresh-water hybodontid shark from the Early Cretaceous of northeastern Brazil. Cretaceous Research, Volume 41, 210-216

J.R. Grubich, S. Huskey,S. Crofts, G. Orti & J. Porto. 2012.Mega-Bites: Extreme jaw forces of living and extinct piranhas (Serrasalmidae). Nature Scientific Reports, 2, 1009

Jie Yang, Javier Ortega-Hernández, Nicholas J. Butterfield & Xi-guang Zhang (2013). Specialized appendages in fuxianhuiids and the head organization of early euarthropods. Nature 494, 468–471

Ricardo Pérez-de la Fuente, Erin E. Saupe & Paul A. Selden (2013). New lagonomegopid spiders (Araneae: †Lagonomegopidae) from Early Cretaceous Spanish amber. Journal of Systematic Palaeontology

Robles, J.M., Alba, D.M., Fortuny, J., De Esteban-Trivigno, S., Rotgers, C., Balaguer, J., Carmona, R., Galindo, J., Almécija, S., Bertó, J.V., Moyà-Solà, S. (2013). New craniodental remains of the barbourofelid Albanosmilus jourdani (Filhol, 1883) from the Miocene of the Vallès-Penedès Basin (NE Iberian Peninsula) and the phylogeny of the Barbourofelini. Journal of Systematic Palaeontology.

Rybczynski, N. et al. Mid-Pliocene warm-period deposits in the high arctic yield insight into camel evolution. Nat. Commun. 4:1550

Tapanila, L.; Pruitt, J.; Pradel, A.; Wilga, C. D.; Ramsay, J. B.; Schlader, R.; Didier, D. A. (2013). "Jaws for a spiral-tooth whorl: CT images reveal novel adaptation and phylogeny in fossil Helicoprion". Biology Letters 9 (2): 20130057

Young B, Dunstone RL, Senden TJ, Young GC (2013). A Gigantic Sarcopterygian (Tetrapodomorph Lobe-Finned Fish) from the Upper Devonian of Gondwana (Eden, New South Wales, Australia). PLoS ONE 8(3): e53871.

Zhifei Zhang, Lars E. Holmer, Christian B. Skovsted, Glenn A. Brock, Graham E. Budd, Dongjing Fu, Xingliang Zhang, Degan Shu, Jian Han, Jianni Liu, Haizhou Wang, Aodhán Butler & Guoxiang Li  (2013). A sclerite-bearing stem group entoproct from the early Cambrian and its implications. Nature Scientific Reports 3: 1066


lunes, 4 de marzo de 2013

El Rincón Cinéfilo de Pepelu IV: "El Valle de Gwangi"

Hoy, Pepelu nos habla de todo un clásico del cine de dinosaurios, El Valle de Gwangi. Esta es una pelicula a la que los Hoyeros y en general todos los que tenemos relación con la paleontología conquense tenemos un gran cariño, ya que se rodó gran parte en Cuenca.

Los exteriores de tanto la ciudad de Cuenca (la  ficticia villa mejicana de Rio Grande) como la Ciudad Encantada (para ambientar el valle perdido) son fácilmente reconocibles en la cinta. Además, la cinta cuenta con los estupendos efectos especiales de Ray Harryhausen, de una calidad excepcional.

Veamos que nos cuenta Pepelu de la cinta (avisamos que contiene algún spoiler ;) ):

Gwangi hace de las suyas en Cuenca

“El valle de Gwangi” (“The Valley of Gwangi”, 1969).


Director:

Jim O'Connolly
Efectos Especiales (Stop Motion): Ray Harryhausen

"El valle de Gwangi” describe la existencia de un mundo perdido con dinosaurios y otros animales de nuestro pasado remoto. Gwangi es identificado generalmente como un Allosaurus, aunque contiene elementos singulares. En primer lugar, su arquitectura general es de aspecto más masivo, menos grácil que la de Allosaurus. En realidad el único rasgo que le identifica con el género del Jurásico Superior norteamericano y europeo es la presencia de tres dedos en la mano (evidentemente un carácter primitivo que no indica nada). 

Por otra parte, las proporciones de la cabeza son relativamente muy grandes, incluso para Tyrannosaurus. En cualquier caso, parece que era esta la intención de Ray Harryhausen, su creador,  como admitió en una entrevista en el año 2001: “Se suponía que Gwangi era un personaje de mayor tamaño, una especie de Tyrannosaurus más que Allosaurus”.


Poster de "El Valle de Gwangi"


Gwangi vive en un mundo perdido (su paraíso particular) del que es arrojado por la acción de los hombres, en este caso un colectivo que se mueve bien por intereses monetarios (los cowboys) o de autopromoción científica (el paleontólogo). Pero Gwangi está también caracterizado por otros rasgos atípicos, fuera de lo común en el discurso fantástico con dinosaurios, representando también la alteración del orden divino. Desde este punto de vista el dinosaurio, típico símbolo de tiempos arcaicos, también representa el mal primordial, el que ha existido siempre en la Tierra, que por supuesto, es de origen ultra natural. 


Gwangi en su valle homónimo, en realidad la Ciudad Encantada

La amenaza de Gwangi no es neutralizada por procedimientos modernos, sino quemado, como una bruja, dentro de una catedral (la de Cuenca). De manera que el dinosaurio no es destruido por tecnología moderna, sino por la acción del fuego purificador dentro de un recinto sagrado, único agente que realmente asegura que el Mal (con mayúscula) es realmente destruido, como sabía perfectamente Torquemada.